Alojamientos vacacionales en Robledo de la Guzpeña

Todo extraordinario,, esperamos poder repetir!

Una localización increíble para hacer senderismo y otras actividades de montaña. Tanto Carmen como su marido fueron súper amables y atentos. Nos recomendaron muchísimas rutas para hacer. Estuvimos súper bien. Muy recomendado, repetiría sin dudarlo.

Estuvimos con 3 familias/9 personas. La casa está muy bien equipada, no faltaba nada. Ubicada fuera del centro, en una zona tranquila y verde. Muy buena comunicación con Cristóbal, es atento y responde enseguida a todo tipo de preguntas.

Todo perfecto!! Muchas gracias

El alojamiento cumple fielmente lo anunciado. Si buscas un sitio en la naturaleza , te gustan los animales y quieres desconectar, este el lugar. Y si te apetece conocer la zona está bien situado y cercano a los sitios de interés. Luis y Charo (anfitriones) fueron muy amables y atentos en todo momento. Cada día se acercaban a charlar un rato para ver cómo había ido el día y para recomendarnos algún lugar o actividad adaptado a nuestros gustos. Nos hicieron sentir muy cómodos. Queremos agradecer de todo corazón el trato recibido. Sois grandes valedores de Cantabria y de la zona de Liébana. Nos ha enamorado Cantabria, seguro que volveremos. Muchas gracias por todo.

La casa excepcional. Muy amplia y con la zona exterior para los niños super bien preparada. Especialmente nos ha gustado la zona del "garage". Muy recomendable para pasar unos días con familia y amigos tranquilos y los dueños muy atentos.

Lugar perfecto para recargar pilas, casa fiel a la descripción, montañesa y muy acogedora. La gente del pueblo es muy amable, es muy agradable sentirte acogido, pero a la vez tengas intimidad. La casa es perfecta tanto para verano como para invierno, no es tan difícil como se lee en algunos comentarios, el GPS te lleva bien hasta allí. Y Carmen cómo anfitriona, muy atenta a tus preguntas, super empática y detallista. Ni una pega, seguro que repetiremos!! Muchas gracias por hacernos sentir como en casa♥️

La casa es muy bonita y el ambiente es muy tranquilo, además, al estar rodeado de árboles hay bastante intimidad. Fuimos con nuestro perro y es cierto que la puerta principal no llega hasta el suelo y tuvimos que poner unas maderas para que el perro (un galgo) no se escapase, nada que no tuviese solución. Por todo lo demás, está totalmente vallado y fue el que más disfrutó el patio, ya que tenía muchísimo espacio para correr. Manuel, el anfitrión, estuvo atento por si necesitábamos cualquier cosa. Las verdad que es un sitio al que merece la pena ir y repetir.